Algodonales
A la sombra de la Sierra de Líjar se halla este encantador pueblo blanco con calles repletas de naranjos y animadas con el murmullo de sus doce fuentes, entre ellas la del Algarrobo. A los yacimientos prehistóricos de cueva Santa, Chamusquina, Castillejo y el Cerro de la Botinera se suman monumentos como la iglesia parroquial de Santa Ana, conjunto de estilo barroco tardío con elementos neoclásicos. Destacan también las ermitas de Jesús Nazareno y la de la Virgencita y en las afueras, la ermita de la Concepción (s. XVIII) y los molinos harineros.
Si dispone de tiempo, merece la pena acercarse a la pedanía de La Muela, para contemplar desde las cimas de la tierra de Líjar el vuelo de los buitres leonados. Por su privilegiado enclave geográfico y su clima, Algodonales se ha convertido también en un santuario para los amantes de los deportes aéreos.
Fiestas
Al esplendor floral del Corpus Christi en la plaza de Santa Ana, se una la recreación realizada con motivo de los acontecimientos bélicos acaecidos el 2 de mayo de 1810.