Sanlúcar de Barrameda
Enclavada en el margen izquierdo de la desembocadura del río Guadalquivir y frente a Doñana, el origen del primer sentamiento en Sanlúcar viene auspiciado por la construcción de un templo fenicio dedicado a Astarté.
La ciudad de aire señorial -declarada Conjunto Histórico– posee una estructura urbana que se caracteriza por estar dividida en dos grandes núcleos: el Barrio Alto y el Barrio Bajo. El Barrio Alto es el núcleo histórico y monumental, de angostas calles, blancas fachadas y aristocráticos palacios como el Palacio de Orleáns y Borbón (junto a la Basílica de Nuestra Señora de la Caridad) o el renacentista Palacio Ducal de Medina Sidonia. En las cercanías sitúa el Arquillo o Puerta de Rota, restos de la muralla medieval, el Castillo de Santiago (s. XV) el Convento de las Descalzas y la Iglesia de Nuestra Señora de la O.
Esplendor Americano
Tras el descubrimiento del Nuevo Mundo se convierte en un puerto de referencia, partiendo Cristóbal Colón en su tercer viaje y Magallanes y Juan Sebastián Elcano en la primera vuelta al mundo. El mayor apogeo económico de su historia vendrá gracias al fomento de la actividad comercial entre América y el Puerto de Sevilla.
Bajando por la Cuesta Belén hacia el Barrio Bajo, se sitúan el auditorio de la Merced y las Covachas del s. XV – la mejor muestra del gótico en la ciudad- que decoran una de las fachadas del Palacio Ducal. Camino de la iglesia de Santo Domingo (s. XVI) se enclavan la iglesia de San Jorge y el convento de Regina Coeli. En la dirección contraria están la iglesia del Carmen y el convento de Capuchinos.
Para tapear en Sanlúcar, nada mejor que la plaza Cabildo o Bajo de Guía, el barrio de pescadores inundado de restaurantes en los que probar los famosos langostinos, pescaítos y guisos marineros. De su pantalán sale el buque “Real Fernando”, que realiza la travesía por el río hasta su desembocadura para conocer Doñana.
El litoral de Sanlúcar cuenta con 6 km de playas, siendo las más representativas la playa de Bajo de Guía, la de la Calzada, de las Piletas, playa de la Jara y, ya en la orilla del parque nacional de Doñana, la playa del Coto también denominada por los sanluqueños ‘la otra banda’. En Doñana se enclavan también los parajes naturales sanluqueños de los Pinares de la Algaida y las Marismas y Salinas de Bonanza.
En sus playas tienen lugar las famosas Carreras de Caballos en la playa (de Interés Turístico Internacional) auspiciadas en sus orígenes por la aristocracia y la burguesía sanluqueña del s. XIX deseosa de incentivar la vida social de la villa durante la temporada estival.
La Manzanilla
El genuino microclima de la ciudad es fundamental para la crianza de la manzanilla -su caldo más representativo que pertenece a la Denominación de Origen Jerez-Xeres-Sherry. Es un vino seco apropiado para aperitivos, de un bello color dorado, que se cría en barriles de roble blanco en las bodegas del casco urbano, las llamadas «catedrales del vino». Están integradas a la perfección en la estructura urbanística de Sanlúcar concentrándose en su Barrio Alto, en el que se ubica el museo Barbadillo de la Manzanilla.